20150218

Mensaje de Cuaresma del Presidente PUCPR


Mensaje del Presidente
                Miércoles de Cenizas 2015

Hoy iniciamos la Cuaresma 2015, un camino de preparación hacia la Pascua. Al imponernos las cenizas escuchamos las palabras “Conviértete y cree en el Evangelio”. La Cuaresma es tiempo privilegiado de conversión… de encuentro.
En la Exhortación Apostólica “La Alegría del Evangelio” el Papa Francisco (EG3) nos invita  a la conversión… al encuentro “Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque “nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor”. Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos. Éste es el momento para decirle a Jesucristo: “Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores”. Y surge la pregunta personal aquí y ahora ¿Queremos encontrarnos con Jesús?
La Cuaresma es también tiempo especial para estar con Jesús a quien hemos encontrado. El amor, como ustedes saben muy bien, requiere cercanía y permanencia. El viernes 27 de septiembre de 2013 el Papa Francisco ofreció un mensaje a miles de catequistas y les dijo “En este momento cada uno puede preguntarse: ¿cómo vivo yo este “estar” con Jesús? Esta es una pregunta que les dejo: “¿cómo vivo yo este estar con Jesús? ¿Este permanecer en Jesús?” ¿Tengo momentos en los que permanezco en su presencia, en silencio, me dejo mirar por Él? ¿Dejo que su fuego enardezca mi corazón? Si en nuestro corazón no existe el calor de Dios, de su amor, de su ternura, ¿cómo podemos nosotros, pobres pecadores, enardecer el corazón de los demás?” Queridos hermanos la Cuaresma es tiempo de estar en silencio con Jesús… en la lectura silenciosa y reflexiva de la Palabra, en la oración y en la Eucaristía. Cada día a medio día en nuestra Capilla tenemos la oportunidad de estar con Jesús… realmente presente en cada Misa.
Finalmente la Cuaresma también es tiempo de comunicación. La Iglesia hoy nos invita a la Conversión, a la Reflexión sobre ese encuentro y a la Comunicación de ese encuentro. Es un llamado a ser discípulos misioneros. Todos y cada uno de nosotros hoy somos llamados al encuentro, a la reflexión y a la comunicación. En La Alegría del Evangelio (EG9) se expresa de la siguiente forma “El bien siempre tiende a comunicarse. Toda experiencia auténtica de verdad y de belleza busca por sí misma su expansión, y cualquier persona que viva una profunda liberación adquiere mayor sensibilidad ante las necesidades de los demás. Comunicándolo, el bien se arraiga y se desarrolla. Por eso, quien quiera vivir con dignidad y plenitud no tiene otro camino más que reconocer al otro y buscar su bien. No deberían asombrarnos entonces algunas expresiones de san Pablo: «El amor de Cristo nos apremia» (2 Co 5,14); “¡Ay de mí si no anunciara el Evangelio!” (1 Co 9,16).” Y nos dice el Santo Padre que esa comunicación del encuentro que tenemos se debe dar prioritariamente con los pobres. Y aquí surge otra pregunta importante en esta Cuaresma ¿Saldremos de esta Eucaristía de miércoles de cenizas dispuestos a comunicar a los otros el encuentro personal con Jesús? ¿De forma prioritaria a los que no han conocido a Jesús?

Tres palabras: conversión, oración y comunicación… un itinerario para estos cuarenta días. Agradezco la generosidad y entrega de los hermanos y hermanas que pronto saldrán a la Misión Cuaresmal Pionera 2015 en las periferias de nuestra Universidad… ¡Animo! Cristo va al frente señalando el camino y animándonos.